April 8, 2014

VENTAJA COMPETITIVA EN LA CONSTRUCCION (Parte III)


En forma progresiva hemos revisado la idea de generar ventajas competitivas para nuestro proyecto o empresa mediante la implementación de la Gestión de Proyectos y Gestión de Calidad Total, las que deberían de permitir la existencia de condiciones estratégicas para la implementación de un sistema operacional y funcional, actuando a modo de un sistema nervioso central para la implementación de la Gestión de Riesgos y Gestión Contractual que nos posibilitarían la movilidad coherente en el cumplimiento de los objetivos de la empresa… a esta estructura hemos agregado en el resumen del artículo anterior, la siguiente idea: “…y todos estos sistemas de gestión actuando en coordinación.”  Este último concepto es gravitante al momento de pensar en el funcionamiento orgánico de los sistemas presentados, dado que sin una adecuada coordinación y objetivo común pierden su efectividad, transformándose en ocasiones en un resultado completamente opuesto al buscado; convirtiéndose en un lastre burocrático obstaculizando nuestras operaciones, cambiando su orientación y transformándose como meta u objetivos en sí mismos, desvirtuando su concepción original que es la de asistir y apoyar nuestras actividades en pos de nuestros objetivos.
Entonces debemos agregar algunos elementos que actúen de guía o marco de trabajo para la implementación de los sistemas de gestión ya referidos.  Para ello nos apoyaremos en conceptos ya conocidos de la gestión general.  El primero se refiere a la adecuada definición y establecimiento de los objetivos de la empresa, y cuando hablamos de estos objetivos nos deberíamos de referir a aquellos que sirven de guía para nuestras actividades diarias y futuras.  Pero para una adecuada definición de estos objetivos, requeriremos de algo más, lo que nos lleva al concepto clásico de establecer la Visión y Misión de la empresa, base fundamental para la elaboración de las estrategias y procedimientos de ser aplicados tanto en la gestión de la empresa como en la de sus proyectos.  ¿Y cómo se aplica esto que parece más bien un marco teórico?, lo cierto es que su aplicación es prominentemente práctica.  En efecto, la definición de la Visión de la empresa nos establece nuestro ideal, el sueño que perseguimos, el estado de perfección en lo que hacemos, y como tal algo de largo plazo que sirve de guía para apuntar todas nuestras actividades al fin último que aspiramos; en otras palabras, con esto lo que hacemos es establecer el sentido de existencia de nuestro esfuerzo y como tal nos servirá de guía para determinar si lo que estamos haciendo se dirige o no hacia donde queremos llegar; es decir, nos ayudará a discriminar cuáles de nuestras actividades están enfocadas a nuestro objetivo final y cuales no, de tal forma de tomar decisiones acertadas respecto de su implementación o descarte con el propósito de concentrar nuestros esfuerzos y lograr mejores resultados en nuestros emprendimientos.  Siendo que la Visión, es por concepción de largo plazo e idealizada, debemos definir objetivos concretos alineados con ella, y a estos objetivos de mediano y corto plazo se le denomina comúnmente la Misión de la empresa.  En la Misión estableceremos los objetivos que trataremos de alcanzar con nuestras actividades diarias, representan el “qué” queremos lograr dentro del corto y mediano plazo, una vez alcanzados estos objetivos, los renovamos o los actualizamos en alineamiento con la Visión generándose un estado permanente de mejora continua en búsqueda de nuestro objetivo final o ideal.  Entonces, con este último concepto ya nos acercamos a los que hacemos en forma diaria dado que para cumplir con nuestra Misión debemos definir el “cómo” lo haremos, lo que nos lleva a las estrategias operativas y tácticas, que podríamos traducir como los sistemas de gestión y sus procedimientos.
Ahora bien, la Visión también tendría por objetivo el ayudarnos a cubrir los vacíos o contradicciones que se producen entre los diferentes sistemas de gestión o en general cualquier actividad que desarrollemos, porque claramente no es posible definir y escribir todos los detalles; normal y naturalmente se definirán los aspectos más relevantes, sin embargo durante este proceso se pueden quedar elementos fuera de las consideraciones o que sean contradictorios, y para definir y tomar decisiones para resolver estos conflictos deberíamos de apoyarnos en la Visión (también expresada en las políticas de la empresa o en los códigos de ética o conducta según sea el caso).  Por otra parte y siguiendo el enfoque operacional, también deberemos de determinar si nuestras actividades aportan o no valor a la empresa (o sus productos), es decir, si presentan coherencia respecto de lo que perseguimos (nuestra Visión), llegando entonces al segundo concepto que deberíamos de aplicar en esta implementación de los sistemas de gestión; y nos referimos al Análisis de Valor Agregado apoyado en el Análisis de Procesos.
En resumen, para generar una ventaja competitiva sostenible en nuestras operaciones debemos construir una base sólida y consistente mediante la definición coherente de nuestros objetivos a través de la utilización de los conceptos de Visión y Misión; junto con ello debemos de establecer y aplicar Estrategias Operativas (Sistemas de Gestión) y su implementación (Procedimientos) alineados con los conceptos anteriores, esto nos permitirá tomar decisiones respecto de aquellos puntos que presenten vacíos o contradicciones en su utilización, ayudando de esta forma a aumentar la eficacia de nuestros esfuerzos; lo anterior, complementado con la ayuda del Análisis de Valor Agregado, que nos permitirá mantener una implementación eficiente y flexible, aumentando la posibilidad de obtener los mejores resultados posibles en el uso de los sistema de gestión seleccionados.

Referencias:

-    Project Management Institute – PMI® (2009) Guía de los Fundamentos de la Dirección de Proyectos. (PMBOK)® Cuarta Edición en Español y Quinta Edición (2013) en Inglés. Newton Square, PA: Project Management Institute Inc.
-    Steve Arneson (2010) Bootstrap Leadership—50 Ways to Break Out, Take Charge, and Move Up.  San Francisco, CA: Berrett-Koehler Publishers, Inc.

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